Los estudios señalan que 19 de cada 20 personas que reciben un tiro en la cabeza mueren inmediatamente por causa de la herida. La congresista estadounidense Gabrielle Giffords podría ser una de las afortunadas. Al menos hasta ahora, los médicos que la están tratando se han mostrado cautelosos de especular sobre su estado, pero dicen que ya es un enorme logro el hecho de que haya logrado sobrevivir el tiroteo en Tucson, Arizona.
Todavía deben pasar varios días antes de que se la pueda declarar fuera de peligro, pero -según los especialistas- después de la operación quirúrgica de dos horas a la que fue sometida sus posibilidades de supervivencia parecen "mejores que nunca".
La primera indicación sobre una posible mejora es que la paciente, como informaron los médicos, estaba respondiendo a órdenes simples como apretar la mano de otra persona.
clic Lea también: Lo que se sabe sobre el ataque a la congresista
Recorrido de la bala
Pero la clave, como señalan los especialistas, es la trayectoria que recorre una bala cuando atraviesa el cerebro.
En el caso de Giffords, el proyectil entró por la parte posterior del cráneo y salió por la parte frontal. Por lo tanto, no quedó incrustada en el cerebro.
El doctor Peter Rhee, el cirujano traumatólogo que la operó -un ex médico militar que sirvió en Afganistán- les dijo a los reporteros que la congresista fue afortunada, porque la bala cruzó por sólo lado y no tocó áreas del cerebro cuya lesión hubiera sido mortal.
La lesión puede abarcar todo el espectro, desde discapacidad grave hasta impedimentos sutiles
Dr. Michael Lemole, Centro Médico Universitario en Tucson
El facultativo agregó que, gracias a que la bala no permaneció en el cerebro, no hubo necesidad durante la cirugía de extraer una gran cantidad de tejido muerto, lo cual es otra señal positiva.
En las lesiones de bala, a menudo los fragmentos de hueso viajan a través del cerebro causando hemorragia y daños adicionales.
Ahora, una de las principales preocupaciones del equipo médico que está tratando a Giffords es la posibilidad de que el cerebro se inflame, causando un edema cerebral.
El neurocirujano Michael Lemole, miembro del equipo del Centro Médico Universitario en Tucson, informó que un paso esencial para pacientes que han sufrido lesiones como la de Giffords es eliminar la presión dentro del cráneo para evitar que la inflamación afecte los centros nerviosos cerebrales que son vitales para la supervivencia.
La inflamación puede destruir, por ejemplo, el tallo cerebral, que controla la respiración, el ritmo cardíaco y el estado de alerta.
"La clave es llevar a cabo una abertura en el cráneo para que el cerebro pueda relajarse".
Descompresión cerebral
Esta técnica, llamada descompresión, es utilizada comúnmente en las heridas de guerra.
"Nos ha permitido salvar a muchos soldados de terribles heridas causadas por explosivos", dijo el especialista.
Para llevar a cabo la descompresión en el caso de Giffords, el doctor Lemole retiró una porción del cráneo de la paciente sobre la zona donde atravesó la bala.
Dr. Michael Lemole (izq) y dr. Peter Rhee (der)
Los doctores Lemole y Rhee tienen amplia experiencia en heridas de guerra.
Una vez que se reduzca la inflamación, dijo en neurocirujano, el hueso será vuelto a colocar en su lugar para cerrar la abertura del cráneo.
La disminución de la inflamación cerebral puede durar varios días.
Actualmente se mantiene a la paciente sedada en un estado de coma para ayudar a que el cerebro se relaje. La congresista respira con la ayuda de un respirador artificial.
El equipo médico, sin embargo, prefiere no especular sobre sus posibilidades de recuperación en el largo plazo, algo que -según el doctor Lemole- podría tomar meses o incluso años.
Las lesiones cerebrales son muy impredecibles, en parte debido a que las vías neurales operan de distinta forma en cada individuo. Pero incluso si la lagisladora sobrevive, podría quedar con graves daños cerebrales.
El doctor Lemole dijo que la familia de Giffords pidió "no ser demasiado específico" sobre la trayectoria que siguió la bala, para evitar que el público especule sobre sus posibilidades de recuperación.
Lo que se sabe es que recorrió el hemisferio izquierdo, que controla las funciones del razonamiento y del lenguaje, entre otras.
"La lesión puede abarcar todo el espectro", expresó el doctor Lemole, "desde discapacidad grave hasta impedimentos sutiles".
Y aclaró que es demasiado prematuro hablar sobre recuperación y, por lo tanto, se mantiene "cautelosamente optimista".
0 comentarios:
Publicar un comentario