Regalo de Navidad

 

Editorial de El Nacional de hoy 

La población ha recibido  hoy del Gobierno un adelantado regalo de Navidad  con el anuncio de  un  nuevo aumento en la tarifa  eléctrica, otro garrotazo al malogrado ingreso familiar, que también afecta  la competitividad industrial y comercial. La Superintendencia de Electricidad consideró propicia la fecha de inicio del mes de diciembre  para anunciar  que el recibo de luz o de apagones será incrementado en un once por ciento, la más alta  alza  registrada desde 2008. Para  disponer tan brutal e injusto aumento, las autoridades argumentan que el precio del fuel oil número 6, usado por la mayoría de las plantas generadoras,  se incrementó en un 6.5 por ciento y que también aumentó ligeramente  el tipo de cambio. El  alza anunciada en la tarifa eléctrica es muy superior al porcentaje de aumento que se atribuye  a los combustibles y  al dólar, por lo que  esa medida  constituye un abuso de marca mayor, máxime si el  servicio  de electricidad está entre los peores del mundo. La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) propicia y auspicia que se cargue  a la clase media y al sector productivo el abultado  financiamiento de una industria que, como la eléctrica, genera pérdidas al Gobierno y exhorbitantes beneficios a sus operadores privados. Los consumidores dominicanos pagan el doble por el kilovatio hora que lo que cuesta en Puerto Rico, a pesar de que   casi un veinte por ciento de la energía  proviene de   hidroeléctricas y de que otro porcentaje es producido por plantas  que operan con gas natural o carbón mineral. Que no se diga que la energía se encarece sólo porque una parte de la población no paga por el servicio, porque  desde siempre el Gobierno, con dinero de los contribuyentes, transfiere a la CDEE un promedio de 700 millones de dólares anuales para pagar por  el que no paga. Ese aumento  en la tarifa de energía eléctrica es un abuso, una burda desconsideración y atropello del Gobierno a la ciudadanía. Lo menos que se reclama es que  el mismo presidente Leonel Fernández revoque de inmediato ese regalo de Navidad que irrita  aún más  a una  población agobiada y abusada.