Es discapacitado y no sabe lo que es la calle. Creció puertas adentro, en un cuarto despojado, sin ver el mundo exterior ni a otras personas.
Un hombre de 35 años oriundo de la localidad catamarqueña de San José, volvió a nacer después de que un médico del servicio de emergencias lo descubriera en el cuarto donde llevaba toda su vida confinado.
Vestido tan sólo con una remera y acostado en una cama, Jorge Luis Tarifa , de 35 años, era "un bebé en el cuerpo de un adulto", según describieron fuentes del hospital de San José.
Hasta esa dependencia sanitaria, ubicada en el departamento de Santa María, fue trasladado Tarifa, después de que lo encontraran encerrado en la casa de su madre, según informó el sitio La Unión.
La mujer, identificada como Lucía Tarifa, sufrió una emergencia el 10 de diciembre pasado, por la que tuvo que ser trasladada a un hospital en la capital de Catamarca. Un agente sanitario fue a la casa para buscar sus pertenencias, pero descubrió al hombre, que es discapacitado motor y tendría además problemas mentales.
Tarifa había vivido toda su vida sin contacto con otros seres humanos, a excepción de una vecina que había empezado a darle de comer a pedido de su madre. Estaba sin higienizar y con desnutrición no severa, acostado en una cama en un cuarto de cuatro por cuatro.
Al parecer se comunica por señas y no sabe hablar. Además su identidad es un poco confusa porque no tiene documento.
El caso está siendo investigado por médicos, asistentes sociales, la policía y la Justicia de Menores, pero hasta ahora sólo se determinó que, a pesar de sus limitaciones físicas, Tarifa nunca había sido revisado por un médico.
"Aún cuando en más de una oportunidad los agentes sanitarios y encargados de las postas habían concurrido a la vivienda, nunca fue asistido", aseguró una fuente del centro de salud.
Tanto es así que los vecinos de la casa, ubicada a cinco cuadras del centro de San José, no sabían que alguien más vivía ahí ya que sólo veían la la madre entrar y salir. Los médicos intentaron dar con la mujer, que había sido ingresada en el hospital San Juan Bautista de la capital catamarqueña, pero no la encontraron ni pudieron verificar que hubiera sido dada de alta.
Por ahora, Tarifa permanece aislado de otros pacientes, recibe tratamiento psicológico y estimulaciones constantes. "Está facinado con lo que ve, le gusta el ruido y le gusta ver los autos", acotaron las enfermeras que lo cuidan.
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