Fuente: www.mitamborildigital.com/Tony Domínguez
NUEVA YORK.- Una profesional médica de 30 años y residente en Long Island acudió al ginecólogo para una operación, intervención que no sólo la dejó en coma por tres semanas, sino que le costó las piernas. Stacey Galette explicó junto a su abogado, Sanford Rubenstein que el ginecólogo le perforó los intestinos durante la operación, causándole una intoxicación masiva por la infección de la sangre, lo que le provocó gangrena, por lo que sus piernas tuvieron que ser amputadas desde la rodilla hacia abajo. Ocurrió en el 2009 y ahora Galette camina con prótesis. La cirugía se la hicieron en el hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola (Long Island) en octubre de ese mismo año. La demanda alega que ella quedó en coma las tres semanas inmediatamente después de ser operada.
Stacey Galette tiene una hija de 10 años de edad, situación que le preocupa, porque dice que jamás volverá a ser la misma. "Ya no soy capaz de cuidar a mi hija, atender sus necesidades de la escuela, o llevar a la parada a esperar el autobús escolar, como solía hacerlo", añadió. Relató que cuando despertó en Cuidados Intensivos del hospital, preguntó a su familia el por qué estaba allí. "Me dijeron que tenían que amputarme las dos piernas", dijo. Su abogado calificó de horrorosa la experiencia de Galette. "Ella pasará el resto de su vida sin sus piernas a causa de la negligencia médica", añadió el jurista. Sufre de fuertes dolores permanentes. Un portavoz del hospital dijo que no pueden hablar sobre litigios pendientes en la justicia.
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