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Diplomacia de retrete
En uno de los mayores escándalos políticos del siglo, el sitio de internet WikiLeaks divulgó ayer cerca de 250 mil cables secretos, en los que Estados Unidos ordena a sus diplomáticos, entre otras cosas, que espíen a presidentes y líderes de todo el mundo. El Departamento de Estado encomendó a sus embajadores tareas propias de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), como la de recolectar números de tarjetas de crédito o de viajes frecuentes de líderes extranjeros, en lo que puede definirse como diplomacia de retrete. La propia secretaria de Estado, Hilary Clinton, ordenó en julio de 2009 que las embajadas estadounidenses procuren intervenir los sistemas de comunicación de los principales funcionarios de Naciones Unidas, incluido a su secretario general Ban Ki-moon, según los documentos.
República Dominicana figura en la lista de países víctimas de esas agresiones a la ética diplomática, al compilarse unos mil 675 correos intercambiados por la embajada local y el Departamento de Estado. La secretaria Clinton no parece entender que la Guerra Fría concluyó con el derribo del Muro de Berlín y la caída de la Unión Soviética, por lo que esa política de convertir a diplomáticos en espías y de intervenir hasta en la vida personal de líderes mundiales es una burda manera de retornar a tiempos de expoliación política. Esos documentos revelan situaciones tan repugnantes como el calificativo de loco que se endilga al presidente Hugo Chávez; la descripción que se hace de la canciller alemana Angela Merkel, de ser “raramente creativa”; del presidente de Italia Silvio Berlusconi, tildado de irresponsable y fiestero. El Departamento de Estado requirió de su embajada en Buenos Aires indagar el estado de salud mental de la presidenta Cristina Kirchner, en otra demostración de la diplomacia de retrete que promueve Estados Unidos. Esos documentos divulgados por WikiLeaks, que antes reveló papeles del Pentágono sobre la Guerra de Irak y Afganistán, causan indignación en todo el mundo, porque Washington ha infligido elementales normas ética y de derecho internacional.
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