Lo hacía con una bomba de alargamiento de pene, según la acusación. El caso tiene conmocionada a la conservadora ciudad de Bristow, en el corazón de EEUU. El juez, de 59 años, dijo que tal vez accionó la bomba inconscientemente alguna vez. Sin embargo, un periodista declaró haber visto al Juez extasiado masturbándose, lo cual incluso fotografió, mientras el abuelo de un acusado de asesinato declaraba con los ojos humedecidos y "el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo aquello, lanzaba quejidos de placer y se retorcía en su asiento del Tribunal".
La conducta "inquieta" del ex juez durante sus juicios en Bristow (Oklahoma) podría incluir más de quince masturbaciones con una bomba de alargamiento de pene, según los argumentos de la acusación en el pleito que se sigue contra él. En un proceso que tiene estupefactos a los habitantes mayoritariamente conservadores de Bristow. El juez retirado Donald Thompson tiene que defenderse de cuatro cargos de exhibicionismo, que podrían acarrearle diez años de cárcel cada uno y la pérdida de su pensión mensual de 7.489 dólares. Al juez le podrían caer 40 años de cárcel y perder su pensión mensual de 7.489 dólares. Según medios de prensa locales, Thompson, de 59 años, declaró en su testimonio ante el jurado que la bomba era una broma que le había regalado un amigo y tal vez la accionó de forma inconsciente en alguna ocasión. Sin embargo, enmarcó esta curiosa afición dentro de su habitual "conducta inquieta" en los juicios, que presidió durante 23 años hasta 2004. Este comportamiento inquieto incluía pulir sus zapatos, liar cigarrillos o mascar tabaco, pero no exhibirse o masturbarse, algo que es "inconcebible y desafía el sentido común", dijo. Pero una relatora de su tribunal, Lisa Foster, afirmó que escuchó cómo el juez accionaba la bomba durante los juicios y un policía llegó incluso a fotografiar el artilugio. Foster describió cómo había escuchado un ruido extraño y se dio cuenta de que provenía del sitio donde estaba el juez. Según la relatora, entre 2001 y 2003 vio a Thompson exhibiéndose de manera indecente por lo menos quince veces. Durante un juicio en 2002, dijo Foster, escuchó el ruido de la bomba de succión mientras un hombre, muy emocionado, daba testimonio en el juicio por el asesinato de su nieto. El abuelo declaraba con los ojos humedecidos y el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo". "El abuelo tenía los ojos humedecidos y el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo", declaró. Los momentos escabrosos se han mezclado a lo largo del juicio con otros de risa nerviosa por parte del jurado, como cuando un hombre que había sido jurado en un juicio con Thompson declaró que había oído el aparato, aunque no lo había visto. Cuando los fiscales le preguntaron cómo sabía que el ruido correspondía a una bomba de alargamiento del pene, él dijo que había visto esos artilugios en películas como Austin Powers o Cláusula de Escape. La intervención del urólogo Edward Dakil provocó las mayores carcajadas, cuando defendió el uso de este tipo de bombas frente al abogado defensor, que alegaba que es un tratamiento obsoleto para la disfunción eréctil. "Yo todavía los uso", declaró Dakil. "¿Usted, personalmente?", le inquirió el abogado. "¡No! Los recomiendo como urólogo", respondió.
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