Una inyección que actúa estimulando al sistema inmune para perder peso mostró resultados prometedores en ratones, afirman científicos en Estados Unidos.
El fármaco actúa inhibiendo a la hormona que incrementa el metabolismo y el aumento de peso.
Tal como señala el estudio publicado en Journal of Animal Science and Biotechnology (Revista de Ciencia Animal y Biotecnología) los experimentos con ratones mostraron una pérdida de 10% en el peso corporal de los animales cuatro días después de recibir la inyección.
Los resultados son preliminares, pero tal como expresan los investigadores, si se confirma el hallazgo ésta podría ser la primera vacuna diseñada específicamente para tratar la obesidad.
La epidemia de obesidad en el mundo continúa incrementándose. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud uno de cada cinco adultos en el mundo es obeso.
Es claro que ni las dietas ni el ejercicio parecen estar ayudando a la gente a perder peso y las opciones quirúrgicas conllevan riesgos que mucha gente no quieren tomar.
Por eso desde hace algún tiempo varios equipos de científicos en el mundo están buscando otras herramientas para ayudar en el combate de la obesidad.
Los investigadores de la empresa de biotecnología, Braasch Biotech LLC, en Dakota del Sur, estudian desde hace tiempo la posibilidad de crear con una vacuna el efecto que sólo se logra yendo al gimnasio: quemar la grasa corporal.
Para ello se centraron en el estudio de una hormona, llamada somatostatina, que se encarga de limitar la producción de la hormona crecimiento (GH) y del factor de crecimiento insulínico (IGF-1).
Estos dos compuestos incrementan el metabolismo lo cual resulta en un aumento de peso.
La inhibición de su función, por otra parte, puede conducir a la descomposición de grasa y pérdida de peso corporal.
Pero estos compuestos también están involucrados en otras funciones importantes del organismo, por lo que su inhibición puede también tener un impacto negativo.
Quemagrasas
El doctor Keith Haffer y su equipo crearon una vacuna con somatostatina modificada para estimular al sistema inmune a producir anticuerpos contra la somatostatina pero sin interferir de forma directa con las hormonas de crecimiento.
De esta forma lograron incrementar el gasto de energía y la pérdida de peso corporal en los animales.
Los científicos llevaron a cabo pruebas con dos grupos de ratones obesos que durante ocho semanas habían sido alimentados con una dieta rica alta en grasas.
Al inicio de la investigación el primer grupo recibió una inyección de somatostatina y el otro grupo una inyección de solución salina.
Durante otras seis semanas se siguió alimentando a los dos grupos con la misma dieta alta en grasas.
A los 22 días se les suministró otra dosis de las mismas inyecciones.
Los resultados mostraron que cuatro días después de la primera inyección, los ratones que recibieron la somatostatina modificada perdieron 10% de su peso corporal.
Los animales del otro grupo no perdieron ningún peso.
Al final del estudio los resultados indicaron que las vacunas de somatostatina habían logrado reducir otro 10% del peso corporal y no habían tenido un impacto negativo en los niveles de la hormona IGF-1 ni en los niveles de insulina, dice el estudio.
"Esto fue algo similar a tratar de perder peso cuando al mismo tiempo estamos comiendo una bolsa de papas fritas cada día" expresa el doctor Haffer.
"Este estudio demuestra la posibilidad de tratar la obesidad con una vacuna" agrega.
"Aunque necesitamos llevar a cabo más estudios para analizar las implicaciones a largo plazo de estas vacunas, el tratamiento de la obesidad humana con una vacunación podría ofrecer a los médicos una alternativa libre de fármacos y cirugías contra la epidemia del peso corporal" expresa el científico.
El doctor Haffer cree que la vacuna, que sería utilizada sólo cuando otras opciones no funcionan, podría formar parte de un "paquete" que combine vacunación y cambios en el estilo de vida, con una dieta sana y ejercicio.