Por trabajo o por diversión, la pesca requiere de paciencia, además de las destrezas que conlleva todo oficio. A pleno sol de mediodía este hombre tira al mar su vara y se detiene a esperar que “pique el peje”. No se sabe si capturó algo, pero se entiende que la tenacidad lo lleve de nuevo a su puesto de pesca en la avenida George Washington. *Tomado de: El Nacional.
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