Vincho debería ser responsable por una vez en su vida, y decir quiénes son los oficiales ligados a la saga. Pero no, prefiere seguir siendo el encantador de serpientes que siempre ha sido.
El propósito de seguro que no es confundir a la opinión pública y mucho menos a la población menuda, pero de algún modo se cruzan los planos y el panorama no luce alentador. Se busca, se descubre y se procede, pero nunca se termina. Nuevas revelaciones colocan de nuevo a las instituciones y a sus custodias en el ojo del huracán. Se dijo que Figueroa Agosto era el capo de los capos que operaban en territorio dominicano, y que todo el negocio de narcotráfico y lavado giraba a su alrededor. Ahora que lo apresan, no se establecen las supuestas conexiones con altas esferas nacionales, y la leyenda se desinfla, y antes que verdad, queda un globo hecho de espuma. ¡Qué bien! Ahora resulta que era un simple falsificador de documentos públicos, y que ese delito allá es tan pequeño que con 18 meses de cárcel se resuelve. No obstante, la "fábula" continúa, pues se habla de una lista de 17 oficiales, incluyendo generales, que están implicados en el negocio de las drogas. El dato es nuevo, es relevante, pero no hay manera de comprobarlo. El "analista" huyó por la izquierda y no dejó rastro. Como en la plena ¿quién tiró la bomba, quién tiró? Marino Vinicio Castillo debería casarse con la gloria al menos por este vez, a ver si sale del fuego aunque sea por un rato.
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