Un estreno siempre se espera con ansias. A veces se trata de un espectáculo emocionante. En otras, de un sueño truncado que termina siendo algo desagradable. Uno de estos últimos se vivió en la Cámara de Diputados cuando debutó ante el hemiciclo Luis Jiménez (Luisín en los corrillos faranduleros), del PLD, quien acusó a los periodistas de ser responsables de la mala imagen del Congreso y solicitó que se cree una comisión que se encargue de enfrentar la situación, ya que más del 90% de las imputaciones hechas por la prensa son infundadas. Dicho esto y tras acusarnos de arremeter contra los indefensos diputados de forma despiadada cuando no tenemos más nada de qué hablar, Jiménez aseguró que lo hacemos sin contar con elementos de juicio en las manos. Por ello, dice, llegamos al punto de publicar que un diputado x recibió dinero para aprobar un proyecto pero no identificamos al que pagó ni al que recibió el soborno. Si fue lamentable escuchar a Luisín decir esto, más patético fue leer la carta en la que dijo que fue sacado de contexto. Y es que, tras escuchar la grabación que hizo de su intervención Tania Hidalgo, es obvio que sólo busca sacar la pata. Al hacerlo, demuestra que su fuerte es el espectáculo y no la conceptualización, como diría el Presidente Leonel Fernández. ¿Cómo disculparse con los periodistas diciendo que no saben hacer su trabajo? ¿Cómo pretender que le crean cuando miente para quedar bien? Si así será su gestión, mejor que vuelva a hacer sus programas y sus chistes malos.
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